La pequeña Ryoko
estaba en un callejón
golpeada y desnutrida.
Obligada a ser hombre,
humillada por su familia,
siendo tan solo una niña.
La pequeña Ryoko,
prisionera de su cuerpo,
es como yo
y es lo contrarioÂ
al mismo tiempo.
La pequeña RyokoÂ
llora por las noches.
Piensa que nadie nunca
la podrá amar.
La pequeña Ryoko
no es como yo,
ella es digna de amor.
La abrazo,Â
acaricio su cabeza.
La abrazo,Â
llamo a sus amigas.
La pequeña Ryoko
ha crecido tanto.
Ahora estiro mis brazos
para alcanzarla.
La pequeña Ryoko
hace pole dance en un bar.
I’m her bodyguard.
Hoy hablé con Ryoko
sobre la inmortalidad.
Dijo: «MÃrame, soyÂ
tan alta y fuerteÂ
como los árboles
y tú no has cambiado,Â
Akira, tú sigues pequeño,
tú sigues igual».
Le mostré mi cuaderno,Â
con hojas amarillasÂ
y desgastadas.
Le conté mi historia.
Ryoko lloró y dijo:
«Yo también moriré…Â
algún dÃa».
«Cuando eso pase
sembraré una semilla
de tu planta favorita.
La regaré todos los dÃas,
la cuidaré hasta que sea
grande, tan grande
como la pequeña Ryoko».
«EntoncesÂ
entiérrame en tu patio
bajo un árbol de sakura,
asà estaremos cerca
y cuando yoÂ
me convierta en estrella
te podré cuidar».
La pequeña Ryoko
bajo el árbol de sakura…
Mi primera hija,
mi nueva estrella favorita,
nunca te dejaré de amar.
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